(menudo manifiesto)
LO QUE PIENSO
1 No necesito creer en ningún dios, alá, buda, fuerza superior o sobrenatural, para distinguir con claridad lo que está bien de lo que está mal.
2 No necesito ningún rito, hábito o costumbre religiosa, para mantener una coherencia en mi forma de vivir y pensar.
3 No necesito que pase nada después de morir porque sé que hay vida ANTES DE LA MUERTE, y todo mi compromiso con ella consiste en aprovecharla y compartirla.
4 No necesito maestros infalibles, representantes de la divinidad, ni guías espirituales, porque mi mente es mi espíritu y mi pensamiento aprende de los que aprenden de sus pensamientos, no de los que predican verdades supremas, bajo la tutela de un ser superior inexistente, para adquirir un poder dirigente.
5 No necesito vivir sometido a ninguna imposición religiosa, porque soy libre para decidir como establezco mis relaciones con los demás.
6 No necesito ningún rey ni reina, ni de la tierra ni de los cielos, porque considero iguales a todos y cada uno de los que compartimos esta vida, y esta sociedad en constante evolución, sobre nuestro cambiante planeta.
7 No necesito encontrar un sentido de la vida más allá del sentido que tienen todas las diversas expresiones de vida con las que convivimos, competimos y establecemos una relación de supervivencia.
8 SI NECESITO APRENDER DE TODAS LAS DEMÁS EXPRESIONES VIVAS, COMPRENDER LAS FUERZAS QUE RIGEN EL FUNCIONAMIENTO DE LAS COSAS, OBSERVAR Y CONOCER LAS PAUTAS DE LAS RELACIONES ENTRE LAS DISTINTAS ESPECIES, Y ASIMILAR LOS HECHOS HISTÓRICOS QUE NOS PERMITEN ASUMIR ACIERTOS Y ERRORES PARA PROGRESAR COMO INDIVIDUOS Y SOCIEDAD.
9 SI NECESITO APRENDER DE LO QUE OTRAS PERSONAS PIENSAN, DICEN Y HACEN, DE SUS ERRORES Y ACIERTOS PARA ALCANZAR UNA VIDA MÁS JUSTA Y SALUDABLE.
10 SI NECESITO UNA FORMACIÓN Y EDUCACIÓN SIN PREJUICIOS NI VERDADES ABSOLUTAS, PARA ESTABLECER LOS VALORES DE CONVIVENCIA QUE ME PERMITAN RELACIONARME CON PERSONAS QUE PIENSEN DE FORMA DIFERENTE.
11 SI NECESITO DESARROLLAR TODOS LOS PILARES DEL CONOCIMIENTO, RAZONANDO SIEMPRE LOS MOTIVOS, LAS CAUSAS Y LAS CONSECUENCIAS, EN TODOS LOS CAMPOS DEL PENSAMIENTO PARA LA COMPRENSIÓN DEL MUNDO QUE ME RODEA.
12 SI NECESITO EXPRESAR MIS PROPIAS IDEAS PARA ENFRENTARLAS A OTRAS, CORREGIRLAS Y EXTENDERLAS CON EL FIN DE SENTIRME PARTE DE LA SOCIEDAD EN LA QUE VIVO, Y APORTAR MI EXPERIENCIA A LOS DEMÁS, INCLUIDOS MIS HIJOS.
LA EDUCACIÓN
Es el resultado de la experiencia vivida en un entorno social en el que actúan tres componentes básicos:
1 Los padres o tutores
2 Los profesores o escuela
3 Los medios de comunicación
1 Los padres o tutores:
Mi opinión es que la enseñanza de una religión, corresponde al ámbito exclusivo de la familia o tutelares legales.
Vivimos en una sociedad machista, aún a pesar de haber mejorado en los derechos legales, los derechos reales de las mujeres siguen siendo mucho menores, y sobre todo la imagen generalizada de la mujer necesita el impulso de familias más comprometidas con la igualdad entre sexos, en el ámbito doméstico. Se sigue educando de forma diferente a las niñas y a los niños. Se sigue confundiendo la identidad sexual con la identidad personal: diferentes juguetes, con roles masculinos y femeninos, diferentes tareas en el hogar, diferentes relaciones con el entorno, forma de vestir, cuidados corporales...etc. Y curiosamente, la mujer, a pesar de llevar en su mayoría el peso de la educación de sus hijos, es la que reproduce esa misma educación machista en consonancia con la sociedad en la que vive. Parecería posible aprovechar esa ventaja para transformar la sociedad desde su base, desde la educación en casa.
2 Los centros formativos:
La escuela debe encargarse de la formación de un individuo abierto a todas las opciones religiosas, políticas, y profesionales, para lo cual no puede formar parte de sus estudios una asignatura que le instruya en una opción religiosa.
Si deben estudiarse, en la asignatura de historia, las diferentes expresiones religiosas del pensamiento humano, y su importancia en el marco de la sociedad en la que el individuo se desarrolla.
La escuela debe garantizar la formación en una lengua que permita la libertad de desarrollo del individuo en la sociedad de la que forma parte, con la premisa de ampliar horizontes, no de estrecharlos, ni disminuir posibilidades de desarrollo. Por eso creo que debe proporcionar una enseñanza de la lengua castellana adecuada, para facilitar el tránsito y el entendimiento entre las diferentes autonomías que conforman el estado español, teniendo en cuenta que esta lengua actúa como expresión común y su uso está muy extendido en todas las partes del mundo. Esto no debe de ninguna manera suponer la discriminación de las demás lenguas oficiales del estado, garantizando la libertad de los alumnos para expresarse en la lengua propia de su autonomía, y evitando la discriminación de alguna de las dos lenguas oficiales en el caso en que las halla. Además dada la represión histórica que las lenguas autonómicas han sufrido, deben ofrecerse actividades en el centro que revitalicen su uso y la conecten con las raíces de la sociedad, silenciada por la imposición del castellano como única lengua durante la dictadura.
Para ello propongo la aplicación real de impartir la mitad de las asignaturas en cada lengua oficial, respetando el derecho de cada alumno a expresarse en su lengua materna, sea cual sea, y a examinarse en la lengua que elija, independientemente de la lengua en que se imparte cada asignatura.
Yo creo en una sociedad bilingüe, igual que creo en una sociedad tolerante con todas las ideologías y credos, e incluso mucho mejor, si es trilingüe, y para ello los centros y su dirección deben tener claro que el objetivo es proporcionar conocimientos que hagan más libres y tolerantes a las personas, independientemente de las ideas políticas, religiosas y filosóficas que orienten sus vidas.
Además, considero que la escuela tiene un papel decisivo en la formación de personas iguales, sin discriminar su origen, su nivel económico, su sexo, y en este sentido, es necesario un refuerzo de las ideas de igualdad, de justicia social y de solidaridad con actividades en los centros, que vayan en contra del mensaje que perciben en la sociedad: hay que ser el más fuerte, el más listo, el más guapo, y el más rico, sustituyéndolo por el de hay que ser lo mejor que puedes llegar a ser en tus estudios y como persona, ayudando a los demás, y valorando lo que los demás pueden enseñarte.
Una de las claves para mejorar el futuro de las escuelas pasa por mejorar las relaciones entre los responsables familiares de los alumnos y los responsables académicos. Debe haber un flujo constante de ideas entre ambos y un respeto mutuo. Ambos necesitamos mejorar mucho la educación de nuestros hijos, y una mejor cooperación sólo puede beneficiarnos a nosotros y a nuestros hijos, con el objetivo de una sociedad más justa, más alegre y menos violenta, que la que actualmente tenemos.
3 Los medios de comunicación:
Es curioso que sean los principales responsables de mantener los tópicos, las desigualdades, las discriminaciones en la sociedad, y esto es debido a que detrás de cada problema social hay siempre un negocio. Con la desigualdad entre hombres y mujeres pasa lo mismo, el mundo de la moda es un escaparate en el que se vende un tipo de mujer dependiente de su belleza externa y de su atractivo para triunfar. Mueve millones de euros. Con los cosméticos sucede lo mismo, y tanto los informativos como los anuncios tratan constantemente de mantener el modelo de mujer triunfadora, atractiva, que puede con todo: la casa, los niños y por si fuera poco, el trabajo fuera de casa. Una super mujer que parece no contar con un compañero de aventuras. Las consecuencias para la sociedad son: fracaso de las relaciones de pareja, niños desatendidos emocionalmente, con una televisión como niñera, o internados en múltiples actividades extraescolares y todo ello sin que el hombre sea capaz de implicarse en la casa, la educación y cuidado de sus hijos. Ya que esa misma sociedad que empuja a la mujer a exceder sus límites físicos, mantiene una visión del hombre como trabajador fuera de casa, ayudante en casa, en vez de hombre doméstico, y eso si, promotor de las actividades lúdicas de la familia, ir al cine, al fútbol, de excursión, aunque el mantenimiento y organización de las mismas siga recayendo en la mujer. La mujer sigue domesticada al servicio del hombre, en tanto en cuanto es incapaz de delegar funciones, “deja eso que tú no sabes hacerlo”, y el hombre se refugia en su aparente inutilidad para escaquearse todo lo que puede de unas tareas que le quitarían más tiempo personal, el mismo que la mujer necesita para sentirse una persona y no una máquina. Como siempre lo difícil es establecer el equilibrio, pero ayudaría un poco el terminar con los estereotipos que la sociedad maneja, aplaudidos constantemente en los medios de comunicación.
